sábado, 19 de julio de 2008

INTERCULTURALIDAD

Universidad Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Miranda
José Manuel Siso Martínez
PROPEI. Educación Inicial
Curso: Atención a la diversidad en educación inicial

Participantes:
Guillen Maribel
10.893.445
Reyes Nureline
15.891.329
Profesora: Flores Brimar
Interculturalidad. Reflexión
En palabras de Fernando Fuenzalida 1992 “La cultura no tiene existencia en sí misma, sino que se refiere a actividades acostumbradas y a maneras de ser compartidas de las personas en concreto” Por tanto, lo idóneo no es pensar en “Cultura” como una entidad autónoma, capaz de decidir hacia donde debe ir u orientarse, todo lo contrario aplica al término en vista de que la cultura tiene su origen en el interior de cada ser humano; y es lo que nos distingue entre la gran variedad de nuestra especie y nos diferencia específicamente de las demás especies creadas.
De allí la importancia de comprender lo que representa la cultura para cada uno de nosotros. A través de la misma podemos entender los modos de vivir, de relacionarse, comunicarse, de actuar, de evaluar de los diversos grupos con los que tenemos contacto social. Retomando lo anteriormente dicho se puede llegar a la comprensión de lo expuesto por Fuenzalida, ciertamente la cultura no tiene existencia en si misma, puesto que se encuentra en el mundo interno de bienes que la comparten mediante hábitos adquiridos. La cultura lleva al ser humano a relacionarse con la diversidad, por ello es posible calificar la relación entre culturas distintas como una “relación intercultural”. Dicho término, está referido a la utilización de principios rectores que orientan procesos sociales asociados al diálogo y a la equidad dentro de las diversas culturas lo cual hace pensar en un proceso democrático y permanente entre los miembros de los grupos culturales, relación que es necesaria para la convivencia, la ciudadanía, para la vidas en sociedad, a fin de que sus actores puedan encontrarse, conocerse y comprenderse con el objetivo con el objetivo de construir sus relaciones en el mareo del respeto mutuo ante las diferencias que naturalmente puedan surgir.
Por consiguiente las relaciones interculturales- dada su importancia- deben ser abordadas desde la escuela, llegado este punto, estaríamos hablando de Educación Intercultural, la cual se basa en un conjunto de valores y creencias democráticas y, que busca fomentar el pluralismo dentro de las sociedades culturalmente diversas en un mundo interdependiente, con lo cual se promueve el desarrollo de sociedades democráticas basadas en la igualdad, la tolerancia y la solidaridad.
La práctica de la ciudadanía en el marco socioeducatitivo, como principal beneficio, el desarrollo del sentimiento de pertenencia y de la competencia ciudadana y facilita el ejercicio ciudadano en cuanto a la asunción de valores propios de la ciudadanía como la justicia, la participación, la equidad y el desarrollo del juicio crítico.
La interculturalidad así, es concebida como un estilo educativo, los ámbitos favorables para que se dé, serán los que promuevan y respeten los valores morales y normas de comportamiento que fomenten la práctica de esta misma para mejorar la convivencia. La escuela, la familia, el ámbito laboral, entre otros, pueden al unirse transmitir, comunicar, principios sociales asociados al respeto a los derechos de cada persona de diferente cultura y el fortalecimiento de los valores humanos, de este modo tomar distancia de la discriminación para que se atienda a la diversidad y se respeten las diferencias, creando actividades favorables a la diversidad de culturas.
La educación intercultural entonces, debe estar ligada a la integración y no a la exclusión, para que de esta manera se garantice a la diversidad de individuos con cultura propia el desarrollo de su ser dentro de un contexto general, en el que tienen cabida otros, diferentes, pero al fin y al cabo pertenecientes a una misma sociedad.
Los valores y las actitudes se inculcan y trasmiten siempre en situaciones reales, en las interacciones que las personas establecen con sus semejantes en el entorno en el que viven. Por ello, el centro o la escuela donde se imparte la educación infantil es el lugar adecuado para que nuestros niños(as) en la riqueza que aporta la diversidad. Se debe crear un ambiente donde se perciba una cultura de encuentro. La tolerancia implica la armonía de la diferencia, el respeto, la aceptación y el aprecio por la gran variedad e culturas de nuestro planeta.
Es fundamental realizar un diagnóstico para conocer y detectar los aspectos más importantes de las distintas culturas con las que compartan entorno y centro educativo, como su historia, situación actual, lengua, costumbres, tradiciones, ideologías intereses, valores etc.
Nos proponemos que el niño(a) progresen en el conocimiento y la aceptación de si mismo y la aceptación del otro. Cuánto más rica sea la preparación de su propia identidad, más posibilidades tendrán de percibir la identidad de sus compañeros. El intercambio diario y constante será el encargado de generar situaciones problemáticas a las que tendremos que dar respuestas que por otra, nos conduzcan a aceptar y respetar progresivamente las diferencias.
La interculturalidad es una gran oportunidad para fomentar la concepción de que todas pertenecemos a la misma especie para tomar conciencia de que nosotros los seres humanos no somos todos iguales y que la diversidad no impide que podamos vivir juntos en armonía. Tenemos entonces que la interculturalidad sin etnocentrismo y sin etiquetas nos enriquece porque todos formamos parte de una gran familia, todos somos personas y solo debemos respetar nuestros límites.
La educación intercultural tiene su vinculación con el currículo al tener su finalidad en el fortalecimiento de un ser social integral, que mantenga su identidad étnica, cultural, valores, transmisión de costumbres y tradiciones en una sociedad democrática y multiétnica.

ANÁLISIS DE LA LECTURA: RETOS EN LA FORMACIÓN DEL DOCENTE DE EDUCACIÓN INICIAL. “LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD”


REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE MIRANDA
JOSÉ MANUEL SISO MARTÍNEZ
SUBDIRECCIÓN DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN EDUCACIÓN INICIAL
Curso: Atención a la Diversidad e Integración en Educación Inicial


Integrantes.
Caraballo, Bony. 16.460.931.
Torres, Silvia. 17.160.277.

Profesora.

Flores, Brimar.

La potencialidad de la educación tiene una profunda significación social y se integra al contexto de las estructuras nacionales e internacionales. En su alcance nacional y en su dimensión internacional, la educación está permanentemente inserta en una amplia gama de problemas colectivos, sociales, culturales, entre otros.
La meta del cambio educativo para este nuevo milenio está orientada a desarrollar y posibilitar en el individuo el sentido de la pertenencia sociocultural. En otras palabras, la educación desde el nivel inicial es en esencia una problematización y un hacer colectivo que implica involucrarse creativamente en las transformaciones de su entorno, en la lucha de clases y los procesos sociales con el propósito de forjar un aprendizaje cualitativamente diferente y abierto a la totalidad de la experiencia cultural.
La educación desde esta perspectiva encuentra sus cimientos en una sociedad donde se dan simultáneamente la acción de educarse y producir, generando así propuestas que trascienden más allá del espacio escolar y procuran la organización de los distintos entes sociales que en ella participan (estado, sociedad, escuela, comunidad, entes no gubernamentales).
En este sentido, se puede decir, que la educación integradora nace de la idea de que ésta es un derecho humano esencial que provee las bases indispensables para que el individuo se desarrolle en una sociedad más justa, equitativa y equilibrada en donde todos y todas sean participes activos del acto formativo. De allí, que autores como Fermin (2007) consideren que la Educación Inicial representa una forma radical de cambio, que es propia de las exigencias actuales y que implica la creación de nuevas concepciones de tiempos y espacios para el aprendizaje; conformando así una visión emprendedora, en cuanto a la formación continua del personal docente venezolano, el cual debe ajustarse tanto a la realidad del sistema educativo como a la conflictividad social y cultural que actualmente se encuentra en la nación, es decir, un profesional humano, crítico, reflexivo, emprendedor, flexible, responsable, con principios éticos –morales, consecuente con el entorno en el cual está inmerso y del cual forma parte, aceptando las diferencias y necesidades de cada ser humano en particular sin generalizar o globalizar las competencias de sus educandos.
Dentro de este marco de ideas, el Estado Venezolano adquiere a partir del año 1999 una serie de principios cónsonos a las diversas directrices mundiales: la ONU (Declaración de los Derechos Humanos) y la UNESCO (Legitimidad a la Educación para todos), los cuales se reflejan en la nueva Carta Magna connotada como la Constitución de República Bolivariana de Venezuela (1999), documento legal que establece en sus artículos 81 y 103 la igualdad de oportunidades desde la primera infancia y durante el desarrollo de la vida del ser humano, oponiéndose, por una parte, a la exclusión y discriminación de cualquier índole y destacando, por la otra, la dignificación de todos los ciudadanos y ciudadanas incluyendo aquellos que requieran de atenciones educativas especiales.
Del mismo modo, la Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente (2000) ratifica los aspectos señalados en el párrafo anterior al señalar en el artículo 3 el principio de igualdad y no discriminación. Cabe destacar, que dicho principio, es general para todas las etapas educativas; sin embargo, se considera fundamental en los primeros años de vida o nivel inicial. Ello está determinado por ser en esta edad, donde el desarrollo se produce de una forma más abrupta. Por lo tanto, se deben de dar mayores posibilidades para la existencia de diferentes ritmos de desarrollo de los infantes, en sus distintas edades dentro de la etapa y aún entre niños y niñas de un mismo grupo de ellos. Es importante destacar que el trabajo diferenciado siempre resulta necesario pues cada niño y niña tiene sus propias particularidades que lo hace único. Se trata pues de potenciar las posibilidades para alcanzar el máximo desarrollo en cada uno. Desde un punto de vista metodológico, significa la realización no de actividades específicas para cada niño o niña, sino de actividades en las que se planteen diferentes niveles de complejidad en las tareas que resuelve un niño o una niña, o grupo etario.
En consecuencia, la atención a la diversidad se realiza de manera natural, de modo tal, que los pequeños y pequeñas reciban el nivel de ayuda sin hacerse conscientes de que sus tareas son más sencillas o más difíciles o complejas.
En definitiva, los Centros de Educación Inicial deben ser, por tanto, centros donde la dignidad y los derechos de los niños y de las niñas son respectados en todas las situaciones y condiciones y, por eso, es un lugar privilegiado de su vida, donde se sienten bien, amados y deseados, además, aprenden y adquieren las herramientas claves para el desarrollo pleno que son proporcionados por la mágica labor del docente promotor e integral que se espera formar. Recordando siempre que “Ante los ojos de Dios todos somos iguales y la bondad del corazón no discrimina ninguna condición”.
República Bolivariana de Venezuela
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Miranda
José Manuel Siso Martínez
Subdirección de Investigación y Postgrado
Extensión Nueva Cúa
Curso: Atención a la Diversidad e Integración en Educación Inicial


Autoras:
Aniquiel, Reyes. C.I 14.720.478
Yicsir, Salazar. C.I 12.615.671

Tutora:
Brimar, Flores.



“¿Qué es la Inclusión? La Diversidad como Valor”

Al referirnos al término diversidad, es relevante hablar sobre la inclusión o integración de los niños con necesidades educativas especiales, al sistema educativo regular.
Es importante fortalecer en nuestro sistema educativo regular la inclusión de está población y para ello, es necesario que se esté bien claro en la diferencia que existe entre inclusión e incorporación, ya que estos términos a pesar de que parecieran ser semejantes tienen significados distintos y puntuales, que establecen procesos fundamentales para estos niños y niñas. Cuando se habla de integración se puede decir; que es la inserción al sistema educativo para niños/as con necesidades educativas especiales, bajo instituciones especiales para trabajar de manera individualizada cada necesidad especial, tomando en cuenta sus potencialidades, fortalezas y acondicionarlas para la inclusión a las aulas regulares.
Es por ello, que el objetivo primordial de las escuelas regulares debe ser, mediar para la incorporación de los niños/as y estos sean capaces de desarrollar algunas actividades dentro de la sociedad y puedan destinar su vida; basándose en los conocimientos previos que el niño/a tiene, es decir; todo aquello que si es capaz de hacer y el conocimiento que estos poseen.
Cabe destacar la gran responsabilidad de los docentes de educación inicial en el proceso de enseñanza-aprendizaje, articulando con los especialistas necesarios para el abordaje de las individualidades de cada infante con necesidades educativas especiales. Es relevante tomar en cuenta las capacidades más que los procesos, con el fin de garantizar la formación de ciudadanos/as que puedan resolver problemas de la vida cotidiana apoyándose en esas herramientas para aprovechar las oportunidades que la vida les ofrece, todas las estrategias que debe ofrecer la escuela deben establecer vínculos cognitivos entre los alumnos y el currículo del sistema educativo.
La sensibilización ante la diversidad debe comenzar desde las propias instituciones regulares, directamente con los profesionales que allí laboran y es que se debe tener presente que la inclusión de los niños/as con necesidades educativas especiales, no es para mejorar la educación en general sino que esta destinado para mejorar la educación especial.
Los profesionales de la educación deben contribuir a la construcción de una escuela de calidad, donde todos tenemos que aprender a “enseñar a aprender”, compartiendo nuevos significados y comportamientos entre las personas.

ANÁLISIS REFLEXIVO EDUCACIÓN INCLUSIVA

República Bolivariana de Venezuela
Universidad Pedagógica experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Miranda “José Manuel Siso Martínez”
Programa Piloto de Especializaciones Innovadoras
Curso: Atención a la Diversidad e integración en Educación Inicial
Participantes:
Carmen Paredes G.
C.I 12.615.141
Nilcarelys Belisario S.
C.I 14.326.943
Facilitadora:
Prof. Brimar Flores



El ser humano por naturaleza necesita sentirse querido y aceptado en la sociedad, para él es vital vivir en grupo. Y es la familia y la escuela que le facilitan esa aceptación e integración social, la cual es indispensable para el desarrollo amplio del ser humano.
Cuando el niño /a ingresan a la escuela viven etapas muy significativas para ellos/as desde separarse de los padres, adaptarse a nuevas personas (maestros), a un nuevo espacio donde prevalecen normas, hasta tener que aceptar que no se es el centro de atención.
Es por ello, importante que la inclusión del niño/a al sistema sea de forma armoniosa. Según lo planteado por Valentín Martínez Otero la integración e inclusión expresan un poco de concurrencia personal que permite alcanzar una realidad humana acogedora, justa y solidaria, la pedagogía actual se inclina por el vocablo inclusión por varias razones, entre las que se destacan dos: la primera porque la inclusión enfatiza el derecho de todos los educandos, con necesidades educativas especiales o no, a participar y a ser miembros del aula y la comunidad escolar en que se encuentren. Y la segunda, porque la inclusión comporta la participación de todos los alumnos en la escuela.
En este sentido, la inclusión se da de manera activa a través de actividades, estrategias, eventos y talleres de acuerdo a los planes y proyectos organizados por las instituciones educativas, puesto que toda comunidad debe llevar a cabo la integración e inclusión de sus miembros.
A este respecto, la educación inclusiva esta enmarcada hacia el reconocimiento y la valoración de las personas, indiferentemente de sus características, condición física, social, cultural, y religiosa.
Cabe destacar, que en la actualidad aún existe exclusión en el sistema educativo, ya que en el país se muestra evidente un gran número de personas desfavorecidas, dentro de éstas se señalan; las personas de escasos recursos, los provenientes de etnias indígenas, personas con necesidades educativas especiales, portadores del VIH y los inmigrantes. No obstante, el estado exige a los docentes, integrar a estas personas al sistema educativo (como un derecho adquirido) y facilitarles así, su proceso de integración y socialización. A prueba de ello, se pueden mencionar algunos proyectos que el estado organiza en pro de la inserción: las misiones educativas, los simoncitos comunitarios en espacios no convencionales, entre otros.
En este sentido, la escuela inclusiva promueve una acción pedagógica encaminada a fomentar una pedagogía con amor, llena de afectividad donde el ser humano sea el centro del quehacer diario, donde ese amor sea capaz de crear un individuo sano tanto física como mentalmente, seguro de si mismo, que confíe plenamente en sus potencialidades, capaz de reconocer sus debilidades que debe mejorar paulatinamente.
Esa inclusión armoniosa y adecuada va a construir la paz necesaria en el aula de clases, donde cada cual se respeta por lo que es y por como es, y donde la justicia, el respeto y la libertad prevalecerán como los valores esenciales dentro de la sociedad.